Nuevas tecnologías. Estrenamos hábitos
El desafío de la educación y las nuevas tecnologías es latente. Miremos quince años atrás. No hace falta que nos remontemos demasiado para entender que los hábitos han cambiado más que sustancialmente y sabemos quién es el responsable; las nuevas tecnologías.
Nuevas tecnologías en constante evolución
Da un poco de vértigo mirar quince años atrás y comprobar lo mucho que han cambiado las cosas. El teléfono no solo no lleva cable sino que me cabe en el bolsillo. Puedo pasar las páginas de un libro sólo tocando una pantalla. Las cámaras ya no llevan carrete y puedes repetir la foto una y otra vez hasta que tu perfil salga del lado que más te favorece. Los niños ya no molestan en la sala de espera del dentista porque viven pegados a sus videoconsolas...
Tenemos muchas dudas razonables
Nosotros no crecimos con whatsapp, facebook y la prensa bajábamos a comprarla al comerciante de la esquina. ¿Cómo podemos saber hasta qué punto puede afectar a los niños el uso de las nuevas tecnologías si no tenemos referencias? ¿Se nos van a quedar atontados si ven la televisión más de tres horas al día? ¿Se le secará el cerebro si juega más de dos horas a la semana a la videoconsola? o por el contrario ¿Desarrollará una capacidad que le permitirá abrirse camino en un mundo que se presenta absolutamente tecnológico?
No es fácil
Qué bien nos vendrían esos consejos del tipo "no dejes que el niño coma golosinas que le saldrán caries". Eran la consecuencia probada de una acción concreta. Te dejaban la conciencia tranquila. Podías aplicarlos o no pero conocías de antemano las consecuencias.
Los psicólogos y pedagogos aconsejan reducir al máximo el consumo de televisión, ordenador, videoconsolas y todo lo relacionado con las nuevas tecnologías. Nos cuentan que crea graves problemas de comunicación y socialización, que aísla. Pero al mismo tiempo, nos aconsejan y muy a menudo, el uso de las nuevas tecnologías en el aula. Por lo que la educación y las nuevas tecnologías están muy ligados. El centro que cuenta con un Ipad para cada niño es el más recomendado de la zona porque está a la ultima. ¿Qué hacemos, las usamos o no? Como en todo en la vida, el sabio te dirá que en el punto medio está la virtud y seguro que tiene toda la razón pero la pregunta es ¿dónde encontramos ese punto medio?
Puede que estemos chapados a la antigua pero cuando nuestros hijos dejan de jugar con su tableta y nos piden que saquemos el monopoly o les contemos un cuento, dejamos hasta la plancha y vamos a jugar, no sea que arrepientan y se vuelvan a poner en "modo autómata" frente a la pantallita. ¿Cuál es tu opción?